Xalapa, Ver. - En Coatepec el sol apenas comenzaba a calentar el pavimento cuando los primeros rugidos de motores anunciaron lo que sería un día inolvidable para los amantes del mundo automotriz. 

El "Cocktail d'Automobile", con la participación de "Rally Up1", transformaron este pintoresco rincón veracruzano en un escenario donde se fusionaron el estilo, la potencia y la pasión por los autos. 

Desde temprano, el equipo de organización (del cual tuve el privilegio de formar parte) afinaba los últimos detalles. La invitación llegó de la mano de Fernando Segura, cuyo entusiasmo contagioso anticipaba lo que vendría: un encuentro donde cada auto, cada modificación y cada historia serían protagonistas. 

El "Rally Up1", conocido por reunir a entusiastas de la modificación y la actuación, prometía una exhibición diversa. Y no defraudó.   

Sobre el asfalto, una selección de vehículos modificados y algunas con excepciones notables robaban miradas.  

El imponente Dodge Challenger Hellcat, único en conservar su configuración "stock", pero con sus más de 700 caballos de fuerza intactos, era una declaración de poder sin necesidad de ajustes. 

El Nissan 370Z, con detalles estéticos como alerón, llantas y escape ajustados, mantenía su corazón original pero con un toque agresivo.

Tres Suzuki Swift Sport, cada uno con modificaciones de potencia distintas, demostraban que el tamaño no define la adrenalina. 

El BMW 135i, recién estrenando un "wrap" acompañado de un azul, combinaba elegancia con mejoras de rendimiento bajo el capó.  

La Ford F-250 Super Duty, elevada y equipada con "winch", recordaba que el "off-road" también tenía su lugar entre los puristas del motor. 

También contaron con la presencia del Mazda 3 Speed ​​y el Cupra edición especial con reprogramación que elevaba su carácter deportivo.

Más allá de los caballos de fuerza o los diseños personalizados, lo que definió el evento fue la conexión humana. Propietarios compartiendo anécdotas de sus modificaciones, curiosos admirando detalles técnicos, con ojos brillantes ante el rugir de los escapes… Era claro: esto no era una simple exhibición, sino una "celebración colectiva de una pasión". 

Como broche de oro, "Rally Up1" dejó un anticipo de su próxima aventura: un recorrido épico desde Veracruz hasta Acapulco, pasando por Orizaba, Puebla, Maltrata, Taxco y Chilpancingo, terminando frente al mar. Una travesía diseñada para quienes buscan llevar su amor por los autos más allá de los límites urbanos. 

Ser parte del "staff" me permitió vivir el evento desde otro ángulo: la logística detrás de cada sonrisa, el esfuerzo para que cada detalle encajera. Pero también me llevé algo invaluable: "la certeza de que la escena automotriz en Veracruz vibra con autenticidad". 

Los motores se apagan al caer la tarde, pero el eco de esa comunidad unida por aceite, gasolina y adrenalina sigue resonando. "La próxima parada, seguro, será igual de memorable".

 Por: Shanté Falcón